LA POSTURA CORRECTA: LOS VIOLINISTAS
- El 03/12/2019
- En Guías de ayuda para músicos
Una de las claves a la hora de evitar tensiones innecesarias y lesiones es la postura en la que tocamos. Por eso, en Gran Pausa nos hemos decidido a concienciar con una serie de post en los que hablaremos de la postura correcta que hay que mantener según el instrumento que se toque.
Puntos básicos en una buena postura con el violín
La parte más sensible y que más usan los violinistas es la superior: brazos, torso y cuello. Dicho esto, las recomendaciones básicas para esta zona son:
- Espalda recta y relajada.
- El violín se sujeta entre la clavícula y la barbilla, nunca con el hombro.
- Lo que queremos evitar es levantarlo y crear tensiones.
- El brazo izquierdo debe estar en ángulo recto con el cuerpo, y el hombro relajado.
- Postura natural, sin necesidad de ayudarnos de la mano izquierda para sujetar el violín.
- El codo izquierdo se mantiene alejado del cuerpo, sin apoyarlo en la cadera.
- La almohadilla tiene como función mantener el cuello elevado. Es un elemento muy importante a la hora de coger el violín. Tanto si se usa como si no, el cuello no debe estar forzado ni tenso. Para ello, lo más recomendable es probar con distintas marcas hasta encontrar la que más se adecúe a nuestra fisionomía o usar una esponja en su lugar.
- El mástil debe apoyarse de forma ligera sobre el hueco de la mano izquierda, y ésta debe poder moverse con total libertad arriba y abajo, con el fin de evitar calambres.
- Respecto a la sujeción del arco, también intentaremos que sea una posición lo mas natural posible:
- La postura tiene que ser natural, el pulgar relajado y enfrentado al resto de los dedos.
- El hombro, codo y muñeca deben forman una superficie plana, los tres puntos tienen que estar en el mismo plano.
- La muñeca derecha debe estar suelta en armonía con el movimiento del antebrazo. Si se mueve en algún punto por encima del codo derecho, la muñeca estará demasiado tensa, causaría dolor en la mano y podría conducir a problemas en articulaciones y huesos.
- Sostener el arco con suavidad. Agarrarlo con fuerza aumentaría la rigidez de la muñeca y podría provocar dolor en los dedos y en el brazo; además, dificultaría el movimiento del arco innecesariamente.
Recomendaciones generales
Respecto al resto del cuerpo, las recomendaciones básicas en relación a la postura son:
- Todo el cuerpo es el que toca, no solo las manos, por lo que es esencial una postura relajada, cómoda y natural.
- La cabeza debe estar erguida.
- Se debe tocar con la partitura a nivel de los ojos, tanto si se toca de pie o sentado para mantener la postura ergonómica.
Cuando tocamos de pie:
- Una línea imaginaria debe pasar a través de la oreja, el hombro, la cadera y el tobillo.
- La posición de la cabeza resulta imprescindible para una buena postura vertical. Mantenerla lo más recta posible con respecto al pecho y ladearla solo un poco. Cuando se gira la cabeza se genera tensión y desequilibrio en los músculos y se comprimen las estructuras de la columna vertebral.
- Los hombros deben estar relajados y simétricos. Ni elevados, ni echados adelante o atrás. Es recomendable mantener las costillas elevadas, se tiene más libertad para respirar y se evita encorvar los hombros. Sin embargo, no debemos tensar en exceso el diafragma, ni los músculos abdominales.
- Una buena posición equilibrada de la pelvis y las piernas reducirá la tensión sobre la espalda y la sobrecarga muscular. Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas sin tensar las piernas.
- Mantener las piernas abiertas a una distancia similar a la que hay entre los hombros, distribuyendo el peso por igual entre ambas piernas.
- Los pies deben apuntar ligeramente hacia afuera y estar bien apoyados en el suelo con el peso repartido por igual entre la punta y el talón.
Cuando tocamos sentados
Sentarse de forma correcta aumentará más que cualquier otra cosa, la comodidad y el bienestar general durante la práctica musical y las actividades de la vida diaria. Las pautas a seguir son:
- La columna y las piernas deben estar colocados entre los 900 y los 1200, al igual que las rodillas con los pies y caderas.
- Los pies deben estar ligeramente separados y bien apoyados en el suelo
- Es muy relevante que coloquemos el peso sobre los huesos de la pelvis, con el peso bien equilibrado entre ambos. Con la pelvis centrada, la columna puede estirarse y alargarse en lugar de hundirse y derrumbarse agudizando sus curvas. Se reduce la presión ejercida sobre las vértebras, sobre todo sobre la 3 y 5 vértebra lumbar, y toda la columna queda protegida.
- Al estar sentados debemos mantener la espalda recta sin alterar en ningún momento las curvas de la espalda. Para practicar la posición se recomienda un ejercicio muy simple: imaginemos la sensación de que una cuerda que perpendicularmente al suelo nos estira desde la cabeza, a la vez que mantenemos la posición de 900 con los muslos.
- Hay que sentarse en el centro o en el borde de la silla y sin inclinarse hacia delante. Puede ser útil que la base de la silla tenga una inclinación de 150 a 300 hacia delante.
Fuente: La Gran Pausa